Desde los mas pequeños hasta los mas mayores. Todos tenemos nuestros miedos. Es algo natural. Es nuestra responsabilidad aceptarlos, disolverlos o vencerlos poco a poco.

Abrazando así nuestra parte victimista que habita en nosotros.

Los miedos mas irracionales han sido necesarios para la supervivencia del ser humano, el miedo a la muerte, miedo a ser atacado por otra especie…

Nuestros ancestros tenían miedo a no ser aceptados por su tribu, ya que solos no podrían sobrevivir. Sabían que acabarían muriendo de hambre, de frío o por enfermedad…

Actualmente y gracias a nuestra vida actual, este miedo a ser rechazado y a no encajar que tenemos tan arraigado por nuestros ancestros, ya no tiene un peligro real.

No vamos a morir por eso.

Así que te animo a que enfrentes esos miedos que tienes, pero que sabes que ya no tienen peligro para tu integridad física y tu salud.

La  mayoría de las personas tienen los siguientes miedos racionales: a no ser perfectos, a no ser dignos de amor, a no tener reconocimiento, a no tener suficiente atención, a expresar sus sentimientos, a tomar decisiones, a sufrir, a perder el control, a afrontar los conflictos…

Pero mi propia experiencia me dice, que tanto las personas que me rodean en el presente, y las que han pasado por mi vida, el mayor miedo que tienen es a brillar con luz propia.

 

Texto y vídeo extraídos de la película Coach Carter

“Nuestro mayor miedo no es que no encajemos.

Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada.

Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.

Empequeñecerse no ayuda al mundo.

No hay nada inteligente en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor.

Todos deberíamos brillar como hacen los niños. No es cosa de unos pocos sino de todos.

Y al dejar brillar nuestra propia luz inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo.

Al liberarnos de nuestro propio miedo nuestra presencia libera automáticamente a otros…”               

Te animo a confrontar, superar, entrenar y vencer este gran miedo. Que brilles con luz propia y que nada te pare.

Piensa por un momento: ¿Qué es lo peor que te puede pasar? 

Déjame aquí abajo tu comentario.

Gracias.

¡Un abrazo!

 

miedo a brillar